jueves, octubre 05, 2017

Desnuda - Roque Dalton


Desnuda

Roque Dalton

Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua 
cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites, 
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como a un niño perdido
que en ti dejara quieta su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que se nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a la sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.
El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

sábado, septiembre 16, 2017

Hace mucho tiempo, muy lejos... Bob Dylan

Hace mucho tiempo, muy lejos... 
Bob Dylan

Predicar sobre la paz y la hermandad 
¡Oh!, ¡cuál puede llegar a ser el precio! 
Un hombre lo hizo hace ya mucho tiempo 
y le colgaron de una cruz.


Hace mucho tiempo, muy lejos, 
Estas cosas ya no pasan hoy en día.

Las cadenas de esclavos 
Se arrastraban por el suelo 
Con las cabezas y los corazones agachados 
Pero esto fue en tiempos de Lincoln 
Y eso fue hace mucho tiempo.

Hace mucho tiempo, muy lejos 
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.

Las armas de guerra se dispararon salvajemente 
El mundo entero sangró 
Los cuerpos de los hombres flotaron en las orillas 
De océanos de barro.

Hace mucho tiempo, muy lejos, 
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.

Un hombre tenía mucho dinero 
Otro no tenía ni para comer 
Un hombre vivía como un rey 
El otro mendigaba en la calle

Hace mucho tiempo, muy lejos 
Estas cosas ya no pasan hoy en día.

Un hombre murió por un cuchillo muy afilado 
Un hombre murió por la bala de un rifle 
Un hombre murió de tristeza 
Al ver el linchamiento de su hijo

Hace mucho tiempo, muy lejos 
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.

Los gladiadores se mataban los unos a los otros 
Esto fue en tiempos de los romanos 
La gente les vitoreaba con los ojos inyectados en sangre 
Mientras los ojos y la mente se cegaban

Hace mucho tiempo, muy lejos 
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día.

Y hablar de paz y hermandad 
¡Cuál puede llegar a ser el precio! 
Un hombre lo hizo hace mucho tiempo 
y le colgaron de una cruz.

Hace mucho tiempo, muy lejos 
Cosas como ésta ya no pasan hoy en día. ¿No?

Colección Visor de poesía 1972
Versión de Antonio Rasines

Dama de los ojos tristes de las tierras bajas - Bob Dylan

Dama de los ojos tristes de las tierras bajas
Bob Dylan

Con tu boca de mercurio en la era de los misioneros. 
Y tus ojos como de humo y tus rezos que parecen rimas, 
Y tu cruz de plata, y tu voz de campanillas 
¿Quién creen que podría enterrarte? 
Con tu bolsillos por fin bien protegidos 
Y tus visiones de tranvías que dejas sobre la hierba 
Y tu piel de seda, y tu cara como el cristal 
¿A quién crees que podrían convencer para que te llevara a cuestas? 

Dama de los ojos tristes de las tierras bajas, 
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie, 
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes 
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja? 
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar? 

Con tus sábanas como el metal y tu cinturón de encaje, 
Y tu mazo de cartas sin la sota ni el as, 
Y tus vestidos de sótano, y tu cara hueca, 
¿Quién de ellos pudo pensar que podría adivinar lo que harías? 
Con tu silueta cuando la luz del sol se va apagando 
En tus ojos, donde nada la luz de la luna, 
Y tus canciones de caja de cerillas y tus himnos gitanos, 
¿Quién de ellos querría intentar impresionarte?

Dama de los ojos tristes de las tierras bajas, 
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie, 
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes 
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja? 
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar? 

Los reyes de Tiro, con su lista de presos, 
Esperan en fila sus besos de geranio. 
Y tú no podías saber que ocurriría así 
Pero, ¿quién de entre todos ellos desea realmente besarte? 
Con las llamas de tu infancia en tu manta de medianoche. 
Y tus modales a la española y las drogas de tu madre. 
Y tu boca de vaquero, y tus elogios de toque de queda. 
¿Quién de ellos crees que se te podría resistir? 

Dama de los ojos tristes de las tierras bajas, 
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie, 
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes 
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja? 
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar? 

Los granjeros y los negociantes decidieron entre todos 
Enseñarte que lo que solían esconder eran los ángeles muertos. 
Pero, ¿por qué tuvieron que elegirte a ti para que te pusieras de su lado? 
¿Cómo pudieron equivocarse contigo de ese modo? 
Hubieran querido que cargaras con las culpas de lo de la granja, 
Pero con el mar a tus pies y la fingida falsa alarma, 
Y con el hijo de un maleante recogido en tus brazos, 
¿Cómo iban a poder convencerte? 

Dama de los ojos tristes de las tierras bajas, 
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie, 
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes 
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja? 
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar? 

Con tus recuerdos de la calle de los enlatadores como láminas de metal, 
Y tu marido de revista que tenía que irse algún día, 
Y tu delicadeza de ahora, que no puedes ocultar, 
¿Quién de ellos crees que te daría empleo? 
Ahora estás con tu ladrón, estás en su libertad bajo palabra 
Con el medallón sagrado que acabas de doblar con tus propios dedos. 
Y tu cara de santa, y tu alma de fantasma, 
¿Quién de entre todos ellos pudo jamás pensar que te podrían destruir? 

Dama de los ojos tristes de las tierras bajas, 
De donde dice el profeta de los ojos tristes que no viene nadie, 
Mis ojos de almacén, mis tambores árabes 
¿Debería tal vez dejarlos junto a la verja? 
O, Dama de los ojos tristes, ¿debería acaso esperar?

Colección Visor de poesía 1972
Versión de Antonio Rasines

miércoles, agosto 02, 2017

"Se llama calma y me costó muchas tormentas. - Dalai Lama

Se llama calma y me costó muchas tormentas.

Se llama calma y cuando desaparece.... 
salgo otra vez a su búsqueda.

Se llama calma y me enseña a respirar, 
a pensar y repensar.

Se llama calma y cuando la locura la tienta 
se desatan vientos bravos que cuestan dominar.

Se llama calma y llega con los años cuando la ambición de joven, la lengua suelta y la panza fría dan lugar a más silencios y más sabiduría.

Se llama calma cuando se aprende bien a amar, 
cuando el egoísmo da lugar al dar y el inconformismo 
se desvanece para abrir corazón y alma entregándose 
enteros a quien quiera recibir y dar.

Se llama calma cuando la amistad es tan sincera 
que se caen todas las máscaras y todo se puede contar.

Se llama calma y el mundo la evade, la ignora, 
inventando guerras que nunca nadie va a ganar.

Se llama calma cuando el silencio se disfruta, 
cuando los ruidos no son solo música y locura
sino el viento, los pájaros, la (tu) buena compañía 
o el ruido del mar.

Se llama calma y con nada se paga, no hay moneda
de ningún color que pueda cubrir su valor 
cuando se hace realidad.

Se llama calma y me costó muchas tormentas
y las transitaría mil veces más hasta volverla a encontrar.
Se llama calma, la disfruto, la respeto y no la quiero soltar…"

-Dalai Lama

El valioso tiempo de los maduros - Mario de Andrade

El valioso tiempo de los maduros

Mario de Andrade 

“He contado mis años y he descubierto que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que he vivido hasta ahora…

Me siento como aquel niño al que regalan una bolsa de caramelos: los primeros se los come feliz, pero, cuando se percata de que quedan pocos, comienza a saborearlos profundamente.

Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, en las que se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se conseguirá nada.

Ya no tengo tiempo para soportar personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.

Ya no tengo tiempo para perderlo con mediocridades.

No quiero estar en reuniones donde desfilan ‘egos’ inflados.

No tolero a los manipuladores ni a los aprovechados.

Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus puestos, sus talentos y sus éxitos.

Detesto, si soy testigo, los efectos que genera la lucha por un cargo importante.

Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos, si acaso…

Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.

Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…

Con pocos caramelos en la bolsa…

Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.

Que no se vanaglorie con sus triunfos.

Que no se considere elegida antes de tiempo.

Que no eluda sus responsabilidades.

Que defienda la dignidad humana.

Y que desee únicamente caminar al lado de la verdad y de la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena vivirla.

Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas …

Gente a quien los duros golpes de la vida, le han enseñado a crecer con suaves caricias a su alma.

Sí… tengo prisa… para vivir con la intensidad que nada más que la madurez puede dar.

Pretendo no malemplear ni tan solo uno de los caramelos que me quedan.

Estoy seguro que serán más exquisitos que los que me he comido hasta ahora.

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres estimados, y con mi conciencia.

Deseo que la tuya sea la misma, porque, de cualquier manera, también llegarás…”

sábado, julio 22, 2017

TUS PIES Pablo Neruda.

TUS PIES
Pablo Neruda.

Cuando no puedo mirar tu cara
miro tus pies.
Tus pies de hueso arqueado,
tus pequeños pies duros.

Yo sé que te sostienen,
y que tu dulce peso
sobre ellos se levanta.

Tu cintura y tus pechos,
la duplicada púrpura de tus pezones,
la caja de tus ojos que recién han volado,
tu ancha boca de fruta,
tu cabellera roja,
pequeña torre mía.

Pero no amo tus pies
sino porque anduvieron
sobre la tierra y sobre
el viento y sobre el agua,
hasta que me encontraron.

miércoles, julio 12, 2017

Te deseo que… Victor Hugo

Te deseo que…
Victor Hugo

Deseo primero que ames
y que amando seas amado.
Si no es así, que seas breve en olvidar
y luego de olvidar, no guardes rencor.
Deseo que no sea así. Pero que si es,
sepas ser sin desesperar.

Deseo también que tengas amigos
e incluso malos e inconsecuentes.
Sean valientes, fieles y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin duda.

Porque la vida es así,
deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, la medida exacta
para que algunas veces, cuestiones
propias certezas. Que entre ellos
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.

Deseo además que seas útil
y no irremplazable.
Que en los momentos malos,
cuando no te quede nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.

Igualmente, deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco.
Porque eso es fácil,
sino con los que se equivocan
mucho e irremediablemente
y que haciendo buen uso de esa tolerancia
sirvas de ejemplo a otros.

Deseo que siendo joven
no madures demasiado a prisa.
Que ya maduro no insistas en rejuvenecer
y siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer, su dolor
y es necesario dejar
que fluya en nosotros.

Deseo de paso que seas triste,
no todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena,
la habitual, banal y
la risa constante malsana.

Deseo que descubras
con suma urgencia,
sobre y a pesar de todo,
que existen y te rodean
seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro
y escuches
el triunfo del canto matinal del jilguero.
Porque de esa manera
sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por minúscula que sea
y la acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
esta hecho un árbol.

Deseo además, que tengas dinero.
Porque es necesario ser práctico
y que por lo menos una vez por año
pongas algo de ese dinero frente a ti
y digas -Esto es mío.
Solo para que quede claro
quién es el dueño de quien.

Deseo también
que ninguno de tus afectos muera.
Pero si muere alguno,
puedas llorar sin lamentarte y sufrir
sin sentirte culpable

Te deseo por fin,
que siendo hombre tengas una buena mujer
y siendo mujer tengas un buen hombre.
Mañana, al día siguiente
y que cuando estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegan a pasar
no tengo más que desearte.

jueves, julio 06, 2017

Esperando a Marianne (Leonard Cohen)

Esperando a Marianne
(Leonard Cohen)

He perdido un teléfono
que olía a ti

Vivo junto a la radio
todas las emisoras a la vez
pero capto una nana polaca
la capto entre la estática
se desvanece yo espero mantengo el ritmo
viene de vuelta casi dormida

Acaso tomaste el teléfono
sabiendo que yo lo olfatearía inmoderadamente
tal vez hasta que calentaría el plástico
para recoger hasta la última migaja de tu respiración

y si no piensas volver
cómo ibas a telefonear para decirme
que no piensas volver
para así por lo menos Poder discutir contigo

miércoles, julio 05, 2017

Cielo de Leonard Cohen



Cielo
Leonard Cohen

Los grandes pasan
pasan sin tocarse
pasan sin mirarse
cada uno sumido en el gozo
cada uno en su fuego
No tienen necesidad
el uno del otro
tienen la más profunda de las necesidades
Los grandes pasan

Registrados en algún cielo múltiple
grabados en alguna risa sin fin
pasan
como estrellas de diferentes estaciones
como meteoros de diferentes siglos

Fuego inalterado
por el fuego que pasa
risa inatacada
por el confort
se pasan los unos a los otros
sin tocarse sin mirarse
necesitando saber tan sólo
que los grandes pasan

miércoles, junio 28, 2017

Tú que solo eres tú Gabriel Celaya

Tú que solo eres tú
Gabriel Celaya 

Mi vicio, mi locura, mi alegría,
¡todavía muchacha!
Mi nunca suficientemente amada,
cámbiame los ojos si así quieres,
pónmelos de ira.
Es lo mismo. Me das vida.

Dedicatoria final Gabriel Celaya

Dedicatoria final
Gabriel Celaya

Pero tú existes ahí. A mi lado. ¡Tan cerca! 
Muerdes una manzana. Y la manzana existe. 
Te enfadas. Te ríes. Estás existiendo. 
Y abres tanto los ojos que matas en mí el miedo, 
y me das la manzana mordida que muerdo. 
¡Tan real es lo que vivo, tan falso lo que pienso 
que -¡basta!- te beso! 
¡Y al diablo los versos, 
y Don Uno, San Equis, y el Ene más Cero! 
Estoy vivo todavía gracias a tu amor, mi amor, 
y aunque sea un disparate todo existe porque existes, 
y si irradias, no hay vacío, ni hay razón para el suicidio, 
ni lógica consecuencia. Porque vivo en ti, me vivo, 
y otra vez, gracias a ti, vuelvo a sentirme niño.

domingo, junio 25, 2017

Mario Benedetti - La tregua



Ignoraba porque te quería. 
El deleite frente al misterio, el goce frente a los inesperado, son sensaciones que aveces las módicas fuerzas no soportan

― Mario Benedetti, La tregua

Mario Benedetti - La tregua

A veces me siento desdichada, nada más que de no saber qué es lo que estoy echando de menos.

Mario Benedetti, La tregua

miércoles, junio 14, 2017

Un día tomé entre mis manos...


Un día tomé entre mis manos...

(Rainer María Rilke)


Un día tomé entre mis manos
tu rostro. Sobre él caía la luna.
El más increíble de los objetos
sumergido bajo el llanto.
Como algo solícito, que existe en silencio,
tenía que durar casi como una cosa.
y con todo nada había en la fría noche
que más infinitamente se me escapara.
Oh, porque desembocamos en estos lugares,
se apresuran hacia la pequeña superficie
todas las ondas de nuestro corazón,
voluptuosidad y desfallecimiento,
y al fin, ¿a quién ofrecemos todo esto?
Ay, al extraño, que nos ha malentendido,
ay, a aquel otro, que nunca hemos encontrado,
a aquellos siervos, que nos han maniatado,
a los vientos de primavera, que se han desvanecido,
ya la quietud, la perdedora.

domingo, junio 11, 2017

HUIR - Joan Isaac


HUIR

Intento huir siempre 
de la gente que se siente feliz, justa y equilibrada. 
Vivir así debe de ser comodísimo, lo reconozco. Pero yo prefiero los riesgo de la duda. 
Me conformo sabiendo que me felizmente infeliz, alguna que otra rato. 
En el fondo sólo son felices los niños y los locos, los otros nos pasamos la vida intentándolo ... 

Joan Isaac

HE VISTO UNOS OJOS - Joan Isaac

HE VISTO UNOS OJOS

He visto unos ojos inmensos, negros como el carbón. 
No tendría más de diez años, la muñeca que temblaba de frío. 
Ha pisado una playa de piedras en Lesbos, y sonrió como si tocas el paraíso con los pies pequeños y helados. Después arrancó a llorar abrazada a su padre. y yo, sentado cómodamente en casa, rodeado de cosas inútiles, de demasiadas cosas inútiles, la miro y lloro con ella. 

Joan Isaac

ODIO LOS ESPEJOS - Joan Isaac

ODIO LOS ESPEJOS

Odio los espejos, decididamente los odio. 
Cuando éramos jóvenes, eran imprescindibles. reafirmaban nuestra plenitud, y el alma sin heridas. 
Ahora, lindando la vejez, son sólo memoria de lo que fuimos. 
Envejecer no es el problema, el problema es que ellos, los espejos, cada mañana del mundo, hacen balance de nuestras vidas anónimas, ya veces estamos en números rojos.

Joan Isaac

HACE DIEZ AÑOS que me muera - Joan Isaac

HACE DIEZ AÑOS que me muera

Hace diez años que me moría, literalmente me moría. 
Nadie sabe del dolor profundo, ni del incendio desbocado que me quemaba por dentro. miedo, mucho miedo, de perder las nuevas primaveras, el aroma del café humeante de la mañana. y los ojos y los cuerpos estimados, alrededor de aquella cama de hospital. 
Nadie me esperaba al otro lado , a nadie la espera nadie al otro lado. me aferro a cada momento de la vida y me he olvidado de la muerte. 
No me interesa nada hablar, la muerte es mentira. 
Hace diez años que me moría sí, me moría de pena de morirme. 

Joan Isaac

FÍSICA ELEMENTAL - Joan Isaac

FÍSICA ELEMENTAL

Los recuerdos, son las piedras en el fondo del cauce 
del río de nuestras vidas. 
Inmóviles, hasta que llega el deshielo de la memoria. 
los sueños, en cambio, son estrellas de papel, frágiles e indefensos .. 
Giran, suben, bajan ... 
Sólo un hilo delgado las mantiene ingrávidos. 
y los hombres, absurdos como siempre, torpes y estúpidos, 
cortamos el hilo para hacerlos caer al suelo. 
Todo es simplemente física elemental. 

Joan Isaac

miércoles, mayo 24, 2017

Pensamiento de amor - José Hierro

Pensamiento de amor
José Hierro

Dejé un instante de pensarte. Había
sucedido algo en ti cuando volviste.
Venías más nostálgico, más triste,
seco tu sol que iluminó mi día.

Alguien -sé quién- que yo no conocía,
alguien que calza sueños de oro, y viste
almas dolientes, te pensó. Caíste
al pozo donde muere la alegría.

¿Por qué fuiste pensado, malherido,
pensamiento de amor? ¿Cómo han podido
pasarte el corazón de parte a parte?

¿Por qué volviste a mí, sufriendo, a herirme?
¿No recuerdas que tengo que ser firme?
¿Es que no ves que tengo que matarte?

De "Cuanto sé de mí" 1957

La mano es la que recuerda...José Hierro

La mano es la que recuerda...
José Hierro

La mano es la que recuerda
Viaja a través de los años,
desemboca en el presente
siempre recordando.

Apunta, nerviosamente,
lo que vivía olvidado.
la mano de la memoria,
siempre rescatándolo.

Las fantasmales imágenes
se irán solidificando, 
irán diciendo quién eran,
por qué regresaron.

Por qué eran carne de sueño,
puro material nostálgico.
La mano va rescatándolas 
de su limbo mágico.

De "Cuaderno de Nueva York" 1998

miércoles, mayo 10, 2017

Llénate de mi. - Pablo Neruda

Llénate de mi.
Pablo Neruda

Llénate de mí.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
Pídeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame.
Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora.
Soy el que pasó saltando sobre las cosas,
el fugante, el doliente.

Pero siento tu hora,
la hora de que mi vida gotee sobre tu alma,
la hora de las ternuras que no derramé nunca,
la hora de los silencios que no tienen palabras,
tu hora, alba de sangre que me nutrió de angustias,
tu hora, medianoche que me fue solitaria.

Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.
Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre.
Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta.
No, no quiero ser esto.
Ayúdame a romper estas puertas inmensas.
Con tus hombros de seda desentierra estas anclas.
Así crucificaron mi dolor una tarde.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.

Quiero no tener límites y alzarme hacia aquel astro.
Mi corazón no debe callar hoy o mañana.
Debe participar de lo que toca,
debe ser de metales, de raíces, de alas.
No puedo ser la piedra que se alza y que no vuelve,
no puedo ser la sombra que se deshace y pasa.

No, no puede ser, no puede ser, no puede ser.
Entonces gritaría, lloraría, gemiría.
No puede ser, no puede ser.
Quién iba a romper esta vibración de mis alas?
Quién iba a exterminarme? Qué designio, qué palabra?
No puede ser, no puede ser, no puede ser.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.

Porque tú eres mi ruta. Te forjé en lucha viva.
De mi pelea oscura contra mí mismo, fuiste.
Tienes de mí ese sello de avidez no saciada.
Desde que yo los miro tus ojos son más tristes.
Vamos juntos, Rompamos este camino juntos.
Será la ruta tuya. Pasa. Déjame irme.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
Haz tambalear los cercos de mis últimos límites.

Y que yo pueda, al fin, correr en fuga loca,
inundando las tierras como un río terrible,
desatando estos nudos, ah Dios mío, estos nudos
destrozando,
quemando,
arrasando
como una lava loca lo que existe,
correr fuera de mí mismo, perdidamente,
libre de mí, furiosamente libre.
Irme,
Dios mío,
irme!

domingo, mayo 07, 2017

No volveré a ser joven (Jaime Gil de Biedma)

No volveré a ser joven
(Jaime Gil de Biedma)

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

"Poemas póstumos" 1968

martes, mayo 02, 2017

Dedicatoria Luis García Montero.

Dedicatoria
Luis García Montero.

Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.

viernes, abril 14, 2017

Cien sonetos de amor – XVII Pablo Neruda

Cien sonetos de amor – XVII
Pablo Neruda

Soneto XVII

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

miércoles, abril 12, 2017

Mario Benedetti, La tregua

Tengo la horrible sensación de que pasa el tiempo y no hago nada y nada acontece, y nada me conmueve hasta la raíz” 

Mario Benedetti, La tregua

Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. 
Simplemente oscuro. 
Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. 
Pero no era la felicidad, era solo una tregua. 
Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más.” 

Mario Benedetti, La tregua

Ayer de tarde estábamos sentados junto a la mesa. No hacíamos nada, ni siquiera hablábamos. 
Yo tenía apoyada mi mano sobre un cenicero sin ceniza. Estábamos tristes: eso era lo que estábamos, tristes. Pero era una tristeza dulce, casi una paz. 
Ella me estaba mirando y de pronto movió los labios para decir dos palabras. Dijo: Te quiero. Entonces me di cuenta de que era la primera vez que me lo decía, más aún, que era la primera vez que lo decía a alguien. 
Isabel me lo hubiera repetido veinte veces por noche. Para Isabel, repetirlo era como otro beso, era un simple resorte del juego amoroso. Avellaneda, en cambio, lo había dicho una vez, la necesaria. 
Quizá ya no precise decirlo más, porque no es juego: es una esencia.” 

Mario Benedetti, La tregua

Era ese llanto que sobreviene cuando uno se siente opacamente desgraciado. 
Cuando alguien se siente brillantemente desgraciado, entonces sí vale la pena llorar con acompañamiento de temblores, convulsiones, y, sobre todo, con público. 
Pero cuando, además de desgraciado, uno se siente opaco, cuando no queda sitio para la rebeldía, el sacrificio o la heroicidad, entonces hay que llorar sin ruido, porque nadie puede ayudar y porque uno tiene conciencia de que eso pasa y al final se retoma el equilibrio, la normalidad.

jueves, abril 06, 2017

El arte de perder - Elizabeth Bishop

El arte de perder

El arte de perder no cuesta tanto
irlo aprendiendo (insisten las cosas
hasta tal punto en perderse, que el llanto

por ellas dura poco). Y el espanto
por perder algo cada día, rosas
que se deshojan, horas, llaves, cuanto

pueda ocurrírsele a uno, no es tanto.
Practica entonces perder más, y goza
el ritmo de la pérdida, su encanto:

pierde ciudades, nombres, y en Lepanto
pierde una mano, un destino, una moza:
nada de esto será para tanto.

Perdí el reloj de mi madre, y el manto
con que cubría mis hombros, la loza
en que tomaba el té, pero igual canto.

Perdí mi tierra, mi rumbo y aguanto
de lo más bien tanta pérdida. Es cosa
de acostumbrarse: no, no es para tanto.

Perderte a ti, por ejemplo, tu encanto
y tu cariño perder, dolorosa
prueba sería, pero nunca tanto
(aunque parezca condena espantosa).

* * *

Un arte

El arte de perder no es difícil adquirirlo.
Tantas cosas parecen empeñadas
en perderse, que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo cada día. Acepta el tumulto
de llaves de puertas perdidas, la hora malgastada.
El arte de perder no es difícil adquirirlo.

Practica entonces perder más aún, y más rápido:
lugares, nombres, y el sitio al que se suponía
que viajarías. Nada de esto será un desastre.

Perdí el reloj de mi madre, y -¡mira!- la última, o
penúltima de tres casas que amaba se fue.
El arte de perder no es difícil adquirirlo.

Perdí dos ciudades, ambas adorables. Y, más ampliamente,
algunos sitios de los que era dueña, dos ríos, un continente.
Los echo de menos, pero no fue un desastre.

-Hasta al perderte a ti (la voz bromista, un gesto
de amor) no habré mentido. Es evidente que
el arte de perder no es demasiado difícil de adquirir
aunque parezca por momentos (¡Escríbelo!) un desastre.

* * *

Este arte de perder

No, no es difícil adquirir el arte de perder:
hay tantas cosas empeñadas en
perderse, que su pérdida no importa.
Pierde algo cada día, acepta el río
de llaves que se pierden, horas malgastadas.
No, no es difícil adquirir el arte de perder.
Practica entonces perder más, más rápido:
nombres, lugares, ¿para adónde ibas?
Ninguna de estas cosas es desastre.
Perdí el reloj de mi madre, y -fíjate- la última
o la penúltima casa querida que tuve.
No, no es difícil adquirir el arte de perder.
Perdí mis dos adoradas ciudades, e incluso
algunos sitios de los que era dueña, dos ríos, un continente.
Los echo de menos, pero no es un desastre.
-Incluso si te pierdo a ti (tu voz bromista, esos gestos
que adoro) no habré mentido. Es obvio
que el arte de perder no cuesta ni tanto adquirirlo
aunque por momentos parezca que (¡escríbelo!) sí es un desastre.

sábado, marzo 25, 2017

Nadie lo sabe (Mario Benedetti)

Nadie lo sabe
(Mario Benedetti)

Nadie lo sabe
nadie

ni el río
ni la calle
ni el tiempo

ni el espía
ni el poder
ni el mendigo

ni el juez
ni el labriego
ni el papa

nadie lo sabe
nadie

yo tampoco

Lo que necesito de ti (Mario Benedetti)

Lo que necesito de ti
(Mario Benedetti)

No sabes cómo necesito tu voz; 
necesito tus miradas 
aquellas palabras que siempre me llenaban, 
necesito tu paz interior; 
necesito la luz de tus labios 
! Ya no puedo... seguir así ! 
...Ya... No puedo 
mi mente no quiere pensar 
no puede pensar nada más que en ti. 
Necesito la flor de tus manos 
aquella paciencia de todos tus actos 
con aquella justicia que me inspiras 
para lo que siempre fue mi espina 
mi fuente de vida se ha secado 
con la fuerza del olvido... 
me estoy quemando; 
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aún !Te sigo extrañando!

Déjame, pensamiento, déjame... (Luís García Montero)

Déjame, pensamiento, déjame...

(Luís García Montero)

Déjame, pensamiento, déjame,
mañana seré tuyo,
volveré a ser tu presa.
Pero hoy,
mientras la luz araña en los árboles y pide
una oportunidad,
quiero que me recoja la inútil primavera.


A la casa del frío
regresaré mañana, cuando el tiempo
exponga sus razones
y el corazón pregunte
lo que falta por ver,
cuántos latidos
pueden quedarle para detenerse.

miércoles, marzo 22, 2017

AUNQUE TU NO LO SEPAS (Luis García Montero )

AUNQUE TU NO LO SEPAS
(Luis García Montero )
...

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...


Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

domingo, marzo 12, 2017

Amor de tarde (Mario Benedetti)

Amor de tarde
(Mario Benedetti)

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

Lo que necesito de ti (Mario Benedetti)

Lo que necesito de ti
(Mario Benedetti)

No sabes cómo necesito tu voz; 
necesito tus miradas 
aquellas palabras que siempre me llenaban, 
necesito tu paz interior; 
necesito la luz de tus labios 
! Ya no puedo... seguir así ! 
...Ya... No puedo 
mi mente no quiere pensar 
no puede pensar nada más que en ti. 
Necesito la flor de tus manos 
aquella paciencia de todos tus actos 
con aquella justicia que me inspiras 
para lo que siempre fue mi espina 
mi fuente de vida se ha secado 
con la fuerza del olvido... 
me estoy quemando; 
aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aún !Te sigo extrañando!

jueves, marzo 09, 2017

Confesiones (Luis García Montero)

Confesiones

Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.
Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.
Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan mas serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.

Como el primer cigarro...(Luis García Montero)

Como el primer cigarro...

Como el primer cigarro,
los primeros abrazos. Tú tenías
una pequeña estrella de papel
brillante sobre el pómulo
y ocupabas la escena marginal
donde las fiestas juntan la soledad, la música
o el deseo apacible de un regreso en común,
casi siempre más tarde.

Y no la oscuridad, sino esas horas 
que convierten las calles en decorados públicos
para el privado amor,
atravesaron juntas
nuestras posibles sombras fugitivas,
con los cuellos alzados y fumando.
Siluetas con voz,
sombras en las que fue tomando cuerpo
esa historia que hoy somos de verdad,
una vez apostada la paz del corazón.

Aunque también se hicieron
los muebles a nosotros.
Frente a aquella ventana -que no cerraba bien-
en una habitación parecida a la nuestra,
con libros y con cuerpos parecidos,
estuvimos amándonos
bajo el primer bostezo de la ciudad, su aviso,
su arrogante protesta. Yo tenía
una pequeña estrella de papel
brillando sobre el labio.

lunes, marzo 06, 2017

Corazón coraza (Mario Benedetti)

Corazón coraza
(Mario Benedetti)


Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

lunes, febrero 06, 2017

Alma dormida - José Hierro

Alma dormida
José Hierro

Me tendí sobre la hierba entre los troncos
que hoja a hoja desnudaban su belleza.
Dejé el alma que soñase:
volvería a despertar en primavera.

Nuevamente nace el mundo, nuevamente
naces, alma (estabas muerta).
Yo no sé lo que ha pasado en este tiempo:
tú dormías, esperando ser eterna.

Y por mucho que te cante la alta música
de las nubes, y por mucho que te quieran
explicar las criaturas por qué evocan
aquel tiempo negro y frío, aunque pretendas

hacer tuya tanta vida derramada
(era vida, y tú dormías), ya no llegas
a alcanzar la plenitud de su alegría:
tú dormías cuando todo estaba en vela.

Tierra nuestra, vida nuestra, tiempo nuestro...
(Alma mía, ¡quién te dijo que durmieras!)

sábado, enero 28, 2017

Frase de Rabindranath Tagore

Tengo mi propia versión del optimismo. 
Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. 
Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente...


Frase de Rabindranath Tagore