viernes, agosto 12, 2016

Itaca - Cavafis



—Itaca

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

C. P. Cavafis. Antología poética.
Alianza Editorial, Madrid 1999.

sábado, agosto 06, 2016

Mis secretos..

Mis secretos...

Yo tengo mis secretos.
Para poder marchar sobre la telaraña.
Yo tengo mis secretos.
Para poder vivir bajo los párpados
de un dios que nunca muere.

Habito, enamorado,
en mi voz y en mi frente.
Y tengo mis secretos,
para que, cuando muera,
puedan venir a mí mis descendientes.

Adonis Ali Ahmad Said Esber
De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961

miércoles, agosto 03, 2016

La luna


La luna

Por Jaime Sabines

La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir


Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas

domingo, julio 31, 2016

ODA AL AIRE


ODA AL AIRE
Pablo Neruda

Andando en un camino
encontré al aire,
lo saludé y le dije
con respeto:
“Me alegro
de que por una vez
dejes tu transparencia,
así hablaremos”.
Él incansable,
bailó,movió las hojas,
sacudió con su risa
el polvo de mis suelas,
y levantando toda
su azul arboladura,
su esqueleto de vidrio,
sus párpados de brisa,
inmóvil como un mástil
se mantuvo escuchándome.
Yo le besé su capa
de rey del cielo,
me envolví en su bandera
de seda celestial
y le dije:
monarca o camarada,
hilo, corola o ave,
no sé quien eres, pero
una cosa te pido,
no te vendas.
El agua se vendió
y de las cañerías
en el desierto
he visto
terminarse las gotas
y el mundo pobre, el pueblo
caminar con su sed
tambaleando en la arena.
Vi la luz de la noche
racionada,
la gran luz en la casa
de los ricos.
Todo es aurora en los
nuevos jardines suspendidos,
todo es oscuridad
en la terrible
sombra del callejón.
De allí la noche,
madre madrastra,
sale
con un puñal en medio
de sus ojos de búho,
y un grito, un crimen,
se levantan y apagan
tragados por la sombra.
No, aire,
no te vendas,
que no te canalicen,
que no te entuben,
que no te encajen
ni te compriman,
que no te hagan tabletas,
que no te metan en una botella,
cuidado!
llámame
cuando me necesites,
yo soy el poeta hijo
de pobres, padre, tío,
primo, hermano carnal
y concuñado
de los pobres, de todos,
de mi patria y de las otras,
de los pobres que viven junto al río,
y de los que en la altura
de la vertical cordillera
pican piedra,
clavan tablas,
cosen ropa,
cortan leña,
muelen tierra,
y por eso
yo quiero que respiren,
tú eres lo único que tienen,
por eso eres
transparente,
para que vean
lo que vendrá mañana,
por eso existes,
aire,
déjate respirar,
no te encadenes,
no te fíes de nadie
que venga en automóvil
a examinarte,
déjalos,
ríete de ellos,
vuélales el sombrero,
no aceptes
sus proposiciones,
vamos juntos
bailando por el mundo,
derribando las flores
del manzano,
entrando en las ventanas,
silbando juntos,
silbando
melodías
de ayer y de mañana,
ya vendrá un día
en que libertaremos
la luz y el agua,
la tierra, el hombre,
y todo para todos
será, como tú eres.
Por eso, ahora,
cuidado!
y ven conmigo,
nos queda mucho
que bailar y cantar,
vamos
a lo largo del mar,
a lo alto de los montes,
vamos
donde esté floreciendo
la nueva primavera
y en un golpe de viento
y canto
repartamos las flores,
el aroma, los frutos,
el aire
de mañana.

ODIO LOS ESPEJOS



ODIO LOS ESPEJOS

Odio los espejos, decididamente los odio. 
Cuando éramos jóvenes, eran imprescindibles. reafirmaban nuestra plenitud, y el alma sin heridas. Ahora, lindando la vejez, son sólo memoria de lo que fuimos. Envejecer no es el problema, el problema es que ellos, los espejos, cada mañana del mundo, hacen balance de nuestras vidas anónimas, ya veces estamos en números rojos.

Joan Isaac

HE VISTO UNOS OJOS


HE VISTO UNOS OJOS


He visto unos ojos inmensos, negros como el carbón. 
No tendría más de diez años, la muñeca que temblaba de frío. Ha pisado una playa de piedras en Lesbos, y sonrió como si tocas el paraíso con los pies pequeños y helados. Después arrancó a llorar abrazada a su padre. y yo, sentado cómodamente en casa, rodeado de cosas inútiles, de demasiadas cosas inútiles, la miro y lloro con ella. 

Joan Isaac

sábado, julio 09, 2016

Quiero todo esto (al modo de José Agustín Goytisolo y por encargo de la Cadena Ser



5 de julio de 2011
Quiero todo esto (al modo de José Agustín Goytisolo y por encargo de la Cadena Ser

Quiero una pluma estilográfica nueva
que sólo sirva para escribir poemas.
Quiero pasar una hora encerrada en una habitación
con el fantasma de mi padre.
Quiero ver nevar sobre Cracovia.
Quiero nadar en el mar la última tarde de octubre
antes de que llegue el frío.
Quiero ser la reina de Inglaterra
durante cinco minutos.
Quiero ver a mis tres hijos cuando tengan mi edad
por el ojo de una cerradura.
Quiero que se prohíban los libros
compuestos con letra diminuta y apretujada.
Quiero pagar mis impuestos sin dolor.
Quiero que la gente que no sabe ser feliz
reciba lecciones urgentes.
Quiero ser la primera bailarina
del New York City Ballet
una noche de estreno.
Quiero que vayan a la cárcel
los novelistas que aún escriben:
“Lágrimas tibias y saladas resbalaron por su mejilla”
y se quedan tan anchos.
Quiero encontrar zapatos del 42
en una zapatería de mi barrio.
Quiero que quienes no entienden nada
comiencen a entender algo.
Quiero que el hombre que duerme a mi lado
siga ahí dentro de treinta años.
Quiero salir al jardín a arrancar un limón
de un limonero plantado con mis propias manos.
Quiero una ducha con buena presión de agua.
Quiero ser un astronauta sin fecha de regreso
durante cinco minutos.
Quiero leche que sepa a leche.
Quiero viajar en el tiempo para asistir
a una comida de Navidad
en casa de mi bisabuela.
Quiero que me perdone –más aún, que me comprenda-
quien nunca va a comprenderme ni perdonarme.
Quiero pintar una pared de color naranja
con mis propias manos.
Quiero un sillón de leer de 90 x 95
y un escabel a juego.
Quiero besos, abrazos y caricias
(darlos, recibirlos, recordarlos).
Quiero conocer a un librero de viejo
con muchas ganas de hablar.
Quiero palabras que suenen bonito, 
como Pulpa, Almidón, Zascandil, Plantígrado.
Quiero que todos los bares del mundo
tengan tónica Fentimans.
Quiero hablar ruso
como si hubiera nacido en San Petersburgo.
Quiero abrir la puerta y encontrar
a Wislawa Szymborska en el rellano.
Quiero tener setenta años
durante cinco minutos.
Quiero ser estudiosa de algo insignificante
y consagrar a ello toda mi vida.
Quiero que los mosquitos no me zumben en el oído
mientras concilio el sueño.
Quiero un abrigo largo hasta los pies
para envolverme con él el próximo invierno.
Quiero ver la vida
desde el punto de vista de las medusas.
Quiero que los Reyes Magos no sepan la verdad.
Quiero morir, como mucho, a los 80 años.
Quiero silencio para leer.
Quiero un periódico sin sección de deportes.
Quiero conocer a gente
que aún no ha sido engendrada.
Quiero echar por la ventana
todos los televisores de la casa.
Quiero ser muy menudita y pesar 40 kilos.
Quiero aprender el arte de estar
en dos lugares al mismo tiempo.
Quiero disfrazarme de señora con polisón.
Quiero, lo antes posible, 
meter todos mis libros en cajas
y llevármelos a otra parte.
Quiero ser Jack el Destripador
durante cinco minutos.
Quiero admirar a mis amigos.
Quiero cantar el aria de la reina de la noche
de La flauta mágica.
Quiero aprender a hacer tiramisú.
Quiero ser un hombre durante los veinte segundos
que dura lo que ya sabéis.
Quiero asombrarme siempre y mucho.
Quiero no recordar nada de lo que quiero,
según esta lista,
la próxima vez que me pregunten
qué quiero.

LA TRISTEZA DEL MAR CABE EN UN VASO DE AGUA

LA TRISTEZA DEL MAR CABE EN
UN VASO DE AGUA

Luis García Montero

Los hombres tristes,
que tienen en sus ojos un café de províncias,
que no saben mentir como quien dise,
que se esconden detrás de los periódicos,
que se quedan sentados en su silla
cuando la fiesta baila,
que gastan por sapatos una tarde de lluvia,
que saludan con miedo,
que de pronto una noche se deshacen,
que cantan perseguidos por la risa,
que abrazan, que importunan hasta quedarse solos,
que retornan después a su tristeza
igual que a su pañuelo y a su vaso de agua,
que ven como se alejan las novias y los barcos,
esos hombres manchados por la últimas horas
de la ocasión perdida,
se parecen a mí.

Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma.


Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma.

Y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad y uno empieza a aprender…

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes… y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende… y con cada día uno aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de quererte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios, multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido, ya es tarde, nunca dejes que algo te sea demasiado tarde.

Pero desafortunadamente, LO APRENDERÁS sólo con el tiempo…

Jorge Luis Borges

Desafío a la vejez

Desafío a la vejez

Cuando yo llegue a vieja
-Si es que llego-
Y me mire al espejo
Y me cuente las arrugas
Como una delicada orografía
De distendida piel.
Cuando pueda contar las marcas
Que han dejado las lágrimas
Y las preocupaciones,
Y ya mi cuerpo responda despacio
A mis deseos,
Cuando vea mi vida envuelta
En venas azules,
En profundas ojeras,
Y suelte blanca mi cabellera
Para dormirme temprano
-Como corresponde-
Cuando vengan mis nietos
A sentarse sobre mis rodillas
Enmohecidas por el paso de muchos inviernos,
Sé que todavía mi corazón
Estará -rebelde- tictaqueando
Y las dudas y los anchos horizontes
También saludarán
Mis mañanas.
Gioconda Belli

sábado, julio 02, 2016

El perdón. ..alivia el alma


Pequeñez

Pequeñez
Emily Dickinson

Es cosa tan pequeña nuestro llanto;
son tan pequeña cosa los suspiros...
Sin embargo, por cosas tan pequeñas
vosotros y nosotras nos morirnos.

Escóndeme

Gabriela Mistral...
Escóndeme

Escóndeme que el mundo no me adivine.
Escóndeme como el tronce su resina, y
que yo te perfume en la sombra, como
la gota de goma, y que te suavice con
ella, y los demás no sepan de donde
viene tu dulzura…

Soy fea sin ti, como las cosas desarraigadas
de su sitio; como las raíces abandonadas
sobre el suelo.

¿Por qué soy pequeña como la almendra
en el hueso cerrado?
(…) Y estaré en este juego
toda la vida.

Gabriela Mistral /Desolación

martes, junio 28, 2016

Eduardo Galeano, “El libro de los abrazos”


Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: 
pierdo las llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras.
siento mucho miedo de que se me caiga la vida en alguna distracción.


Eduardo Galeano, “El libro de los abrazos” 

lunes, junio 27, 2016

MI FLOR


En mi flor me he escondido
para que, al deslizarme de tu vaso,
tú, sin saberlo, sientas
casi la soledad que te he dejado.

(Emily Dickinson)

AUNQUE TU NO LO SEPAS


AUNQUE TU NO LO SEPAS



(Luis García Montero )
...

Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir

entre la realidad y el pensamiento. 

PALABRAS PARA JULIA

PALABRAS PARA JULIA.
José Agustín Goytisolo

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.